02 marzo 2010

Efecto secundario del paro

Este puto parón es como el agua, está calando todo, incluso las monotonías de la gente. Ahora no es extraño encontrar maridos enganchados a las rutinas domésticas de sus mujeres. Llevar los niños al colegio, hacer la compra, la comida, pasear el niño, etc.

Lo cierto es que cada mujer lo sufre con mayor o menor agrado, sin embargo, conozco una que lo hace con una evidente frustración. No sé si es debido a que el marido no para de hablar y la tiene cansada o a que se puso tetas no hace mucho y ahora piensa que puede aspirar a algo mejor.

No soy nadie para dar consejos a una mujer, ella lo sabrá mejor que yo, sin embargo al marido si me siento con ganas de darle algunos.

Si ahora, que está en el paro, ha perdido su propia monotonía y lucha contra la desorientación, mejor que se busque nuevas rutinas, y puestos a elegir, que se busque una amante. Sospecho que es lo único que puede salvarle el matrimonio.