Nada de preguntas
Odio y me odio las preguntas innecesarias o que directamente buscan la contra-pregunta y la contra-respuesta.
Nadie te pregunta por las cosas que realmente valen. El verdadero combustible de la vida. Nadie te dice: ¿Cómo te sientes hoy el alma? ¿Tes has enganchado a algún sueño últimamente? ¿En cuento entusiasmo cifras tu esperanza? ¿Eres feliz? ¿A cuantos haces feliz? ¿Cuál fue tu último pensamiento original? ¿Amas a mucho? ¿Sueñas todavía todos los días? ¿Sonríes mucho? ¿Te cala con frecuencia la emoción? ...
Nadie hace las preguntas correctas. Y nadie nos lo puede reprochar: Todo el mundo tememos las respuestas.
Vivimos en un montaje hilvanado con rutina y simulaciones. Vivimos por costumbre no por entusiasmo. ¡Vaya mierda! ¡Estoy tan harto de buscar ocasiones para explicarme! Creo que voy a dejar de hablar, me voy a volver mudo. Y cuando esté obligado a hacerlo lo haré de forma silenciosa y breve.
2 Comments:
Hola,
que tal?
Bien y usted?
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