24 mayo 2006

No me engaño

No me engaño.
Sé que tendría que aprenderte los tactos y las rutinas, las risas y los mohines.
No me engaño.
Habría que adaptarnos el paso, el brazo, el beso y el silencio.
No me engaño.
Tendríamos que sabernos las peleas sin rupturas y los abrazos sin locuras.
Las caricias, los días, los sudores, lo monótono y hasta lo ridículo.

No me engaño, soy un descreído ... pero... aún así te añoro...