14 mayo 2006

Bienvenidos

En menos de dos días un amigo ha tenido un Oscar y el hermano de mi mujer una María. Espero que vengan al mundo para tratar de hacerlo un poquito mejor por que cabrones ya nos sobran. Pero bueno, es muy pronto para empezar a pedirles cosas, por ahora su objetivo en la vida solo tiene que ser conseguir sacarle leche a la teta de su madre.

Ayer me dio por pensar en los estúpido y antinatural que es el machismo. No el machismo de tratar de escaquearte de fregar los platos, sino el de verdad, el que trata a la mujer como a una basura o como algo de segunda categoría. Ese machismo que destilan en vena las castas sacerdotales de todas las religiones (que asco, cuando superaremos esa mierda).

Es incongruente que yo diga que mi hija es "de mi sangre". Es de mi semen y lleva mis cromosomas, y por lo que parece incluso más que los de mi mujer, porque cada día se parece más a mi ;). Sin embargo si que lleva la sangre que su madre compartió con ella durante 9 meses y la que tragó en el dramático momento del parto.

El correrse con un poco de atino, cosa que por otro lado no tiene mucho mérito si pensamos que llevamos toda la vida practicando con las pajillas el no corrernos fuera del lavabo, es una tontería tonta si la comparamos con el acto maravilloso que es capaz de producir la mujer: dar la vida.

Me parece que el machismo no es nada mas que la manifestación de un complejo de inferioridad. Y como todos los complejos, desenfocado.