10 enero 2006

Ingenuo

Siempre peco de cierta ingenuidad. Aunque lo intente, siempre le termino subestimando la ignorancia y la crueldad a la ultra-derecha.

La otra noche, como ya dije, vi un documental sobre un superviviente republicano de los campos de exterminio nazi.

Virgilio, creo recordad que se llamaba, contaba como la esposa de uno de los cabrones mandamáses del campo se reservaba a las personas con tatuajes bonitos para despellejarlos (supongo que después de matarlos), curtir la piel y hacerse vistosas lámparas de piel humana.

Eso, a estas alturas, no me sorprende demasiado, lo que si lo hizo fue el comentario siguiente. La señora se casó con un sargento americano que se la llevó a los USA. Yo sabía que los americanos habían reciclado, sin mayores problemas de conciencia, científicos y militares nazis, lo que no sabía es que también habían reciclado a las putas nazis.

Siempre termino pecando de ingenuidad...