07 enero 2006

Ansiedad

¡Estoy harto!... pero no sé encontrar la salida. Me parece que el mal del primer mundo es la ansiedad y yo estoy infestado hasta las canas de las cejas.

Nos pasamos la vida en plena tempestad de ansiedad:

  • Tener más
  • Saber más
  • Ganar más
  • Ser más
  • Enamorar más
  • Deslumbrar más
  • ... más
  • .. más
  • . más

Esto me hace pasar los días en plena ansiedad. Me siento mal por no trabajar más para hacerme rico pero también por no descansar. Tanto el trabajo como el descanso me culpabilizan y me generan ansiedad. ¡Esto es una mierda! A este ritmo y con este nublo no distingo el camino y seguramente ni siquiera reconocería la meta.

Me reconozco como másito. Un másito estúpido y atribulado en plena crisis de ansiedad. Me gustaría buscar culpables aunque eso no arregle nada. La culpa puede que la tenga la televisión; nos muestra demasiadas opciones, las deseamos todas y nos corroe la ansiedad por conseguirlas. Ahora me viene a la cabeza una solana acristalada en una casa asturiana que daba a un río. Siempre pensé que sería un sueño pasar ratos leyendo en un sitio así, pero cuando pude hacerlo la ansiedad me pudrió el momento. Para disfrutar de algo así se necesita un espíritu tranquilo y poca ambición; ¡estoy jodido!

¿Como coño se baja uno de este remolino de mierda y deseos ajenos?