María y José
María, todas las noches, hacía acostarse con ella a José. A él le gustaba quedarse dormido en el sofá viendo la tele, pero ella prefería hablar un poco mientras les venía el sueño.
José toda las mañanas despertaba a María para que se tomara la leche y una magdalena con él. Ella hubiera preferido quedarse un poco más en la cama.
Luego ambos consumían el día juntos. Tal y como lo habían hecho durante 55 años de matrimonio.
Quizás el amor no son las calenturas y los sofocos y sea solo una cuestión de ritmo. Quizás: El amor es solo un ritmo compartido.
1 Comments:
A veces es como el ritmo del punching y el boxeador.
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