28 noviembre 2005

María y José

María, todas las noches, hacía acostarse con ella a José. A él le gustaba quedarse dormido en el sofá viendo la tele, pero ella prefería hablar un poco mientras les venía el sueño.

José toda las mañanas despertaba a María para que se tomara la leche y una magdalena con él. Ella hubiera preferido quedarse un poco más en la cama.

Luego ambos consumían el día juntos. Tal y como lo habían hecho durante 55 años de matrimonio.

Quizás el amor no son las calenturas y los sofocos y sea solo una cuestión de ritmo. Quizás: El amor es solo un ritmo compartido.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

A veces es como el ritmo del punching y el boxeador.

28/11/05 10:38 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home