30 noviembre 2005

Las películas de pistoleros

A mi me gustan bastante las películas de pistoleros. Son muy relajantes; será el ritmillo de los cocos que simulan los cascos de los caballos. Aún así, reconozco que son muy peligrosas, te inculcan una dualidad inexistente: El bueno y el malo (y si acaso también el feo). Eso es terrible porque le da mucho poder a los "productores" de turno. La forma de ese poder es una línea nítida y definida que separa el bien del mal. Situarte al lado del bien te da unos privilegios de credibilidad definitivos, y al lado del mal te convierte en objetivo a exterminar sin posibilidad de réplica o defensa.

Salir de esa trampa cultural cuesta mucho esfuerzo e información. Descubrir la extensa gama de claroscuros no es sencillo. Y a juzgar por la estúpida campaña de marketing a favor de la guerra de Irak, no lo consigue mucha gente. Los argumentos oficiales pro-guerra, se mueven claramente dentro de la esfera del simplismo y la demagogia y aún así fueron muy efectivos. Los reales son también muy simples, pero mucho menos patrióticos y más crudos.
Ese salvoconducto de ser los buenos cada día se vuelve mas cuestionable para la administración Bush. La sociedad esta perdiendo la virginidad y la confianza en el dogma de fe: "hay buenos y malos y nosotros somos los buenos".

Pero, desgraciadamente, no pasa nada, el universo se nutre de circularidad, los claroscuros de la política americana, de su democracia y el liberalismo que exporta, ya se descubrieron en la guerra de Cuba, en Vietnan, en la guerra sucia en Latino-América, y ahora en Irak y el Tercer Mundo. No sirvió para nada; cada generación tiene que volver a redescubrirlos y aún así solo una pequeña parte de la misma tiene la capacidad para hacerlo.

Tengo la sensación de que la cultura basura americana es uno de sus grandes triunfos militares, le ha dado el poder sobre las palabras.
Eso es lo que convierte a un tío que suelta una bomba de fósforo, de fragmentación, o cortamargaritas sobre población civil pulsando un botón en un valiente patriota y a un tipo que se estrella contra una patrulla militar pulsando su vida en un cobarde terrorista. Es injusto; cada uno defiende lo que quiere con lo que puede; unos con tecnología, otros con su vida.
Unos pueden usar la bomba nuclear, los otros no pueden ni tenerla. Unos son los buenos con derecho a matar, los otros los malos con la obligación de morir...

Mierda de mundo... ¡cuando sufrirán las guerras solo los cabrones que las provocan!