04 diciembre 2005

Despedida

Iré al casamiento de un gitano y una puteada por Dios.
Un mezcla de gitanos y payos cumplimos esta noche con la despedida y su monolineal ritual.
Padres con hijos, amigo con novio, oficiales con peones, ... mas gente y yo.
Algunos se taladran la nariz a tiros de coca. Otros intentan, de buena fe, un humor enlatado.
Una guitarra y una caja sudan sangre de aficionado, las voces se obligan en un coro desacompasado.
Un mejicano aprende flamenco. Un cateto bienintencionado repite sus cuatro frases.
Dos crías con premura de vida sirven una comida sin sabor.
El jefe del bar da pena y rechazo con su estilo de maitre y su barba de tres días.
Se retan con jarras de cerveza y yo bebo agua.
Cacofonía de intenciones.
.
.

El chulo se pierde tres veces, las chicas se retrasan hora y media.
Llegan dos sueños desde el frío con trajes de cuero y un Audi.
Piel de melocotón y piernas de espanto hacen llorar de rabia.
Vuelan dos bragas, se atranca 7 veces la música, le cantamos el "Yo tengo un Pompón" y vemos dos coños.
Un chulo nos llora y dos rubias nos ignoran.
Cacofonía de deseos.
.
.

Y yo, como un gilipollas, ando descolocado por empeñarme en rondarte la ausencia.