07 agosto 2010

Punky de estreno

Vete tu a saber recién me ha venido a la cabeza una vieja noche de juerga de mis tiempos de estudiante y su protagonista principal: un punky recién estrenado.

Vete tu a saber aquella noche conocimos a dos chavales uno estaba mas trillado, pero el otro recién acababa de estrenar su nuevo papel de punky pelándose una cresta demasiado reciente como para ser creíble.

Ya entonces me pareció bastante ridículo, y eso me despertó cierta ternura.

Empecé a tirarle de la lengua para ver que había debajo de su creta y lo cierto es que no gran cosa. Solamente una pose recién estrenada para buscarse un sitio en su inquietante mundo de adolescente.

Confieso que lo agobié con la cátedra que me daba haber leído algún libro, especialmente "El miedo a la Libertad" de Erich Fromm. Y seguramente ni eso, pues puede que lo leyera después. Al final vine a decirle que era tan borrego como cualquier pijo, aunque sus borreguismo seguía una senda mas pintoresca. En su honor hay que decir que me aguantó con bastante estoicismo, aunque puede que estuviese tan verde y confuso que no supiere darme esquinazo. La verdad es que era mas bueno que rebelde.

Yo entonces adolecía de esa sapiencia estúpida del que anda un poco leído, como si leer algo de Larra y otros te diese otra categoría intelectual. Después de todo no éramos tan diferentes; andábamos igual de perdidos.

16 abril 2010

Subid los putos impuestos cabrones!!

Hay una falacia insidiosa con las que nos machacan constantemente: Hay que bajar los impuestos para que el capital tenga mas dinero para invertir en la economía y crear empresas.

Y una mierda !! No sé si alguna vez fue cierta. Tal vez en la Inglaterra pre-industrial y cargada de defectos aristocráticos pudo movilizar algo la economía. Desde luego en el mundo interconectado actual no sirve.

Hoy día la acumulación de capital es una perversión económica. Solo sirve para crear inmensas bandadas de cuervos económicos del tamaño de bombarderos que, con base en los paraísos fiscales, parten voraces al olor de cualquier burbuja que pueda engordarlos aún más.

Desde luego a estos buitres no les importan los muertos o desastres económicos o sociales que dejen atrás, su única preocupación es encontrar otra burbuja antes de secar definitivamente la actual.

Por eso hay que subir los impuestos a esos cabrones, para redistribuir la riqueza y crear una amplia clase media sin la capacidad para emigrar a paraísos fiscales pero si para dinamizar el consumo y la inversión de un país.

Todos los cantos de sirena de los medios y los políticos en contra de esta subida solo tienen detrás intereses particulares que se aprovechan de la simbiosis del capital y la política.

Esta claro que si se suben los impuestos habrá que incrementar el control sobre el gasto e inversión pública para que no sequen los recursos los políticos en beneficio propio, que de eso en España tenemos casos a gürtelazos. Tampoco es un problema, ahora la tecnología permite el escrutinio generalizado de cada una de las cuentas de los organismos públicos. Solo es necesario ponerla a disposición de todos en Internet y será el propio interés o la curiosidad de los contribuyentes la que ejercerá el control sobre las partidas de gastos y podrá exigir explicaciones. Un ley en este sentido sería muy higiénica, los tribunales y comisiones de cuentas son cosas del pasado.

02 marzo 2010

Efecto secundario del paro

Este puto parón es como el agua, está calando todo, incluso las monotonías de la gente. Ahora no es extraño encontrar maridos enganchados a las rutinas domésticas de sus mujeres. Llevar los niños al colegio, hacer la compra, la comida, pasear el niño, etc.

Lo cierto es que cada mujer lo sufre con mayor o menor agrado, sin embargo, conozco una que lo hace con una evidente frustración. No sé si es debido a que el marido no para de hablar y la tiene cansada o a que se puso tetas no hace mucho y ahora piensa que puede aspirar a algo mejor.

No soy nadie para dar consejos a una mujer, ella lo sabrá mejor que yo, sin embargo al marido si me siento con ganas de darle algunos.

Si ahora, que está en el paro, ha perdido su propia monotonía y lucha contra la desorientación, mejor que se busque nuevas rutinas, y puestos a elegir, que se busque una amante. Sospecho que es lo único que puede salvarle el matrimonio.

11 mayo 2009

El traje de la vida

El complicado explicar lo que es la vida, por eso recurrimos a metáforas, la mía es que la vida es como un traje.

El que tiene suerte lo encuentra a su medida y lo porta cómodo hasta que lo entierran con él puesto. Casos raros pero haberlos haylos.

Sin embargo, es complicado ese nivel de adecuación, lo normal es justo lo contrario. A unos les está pequeño y les asfixia, a otros les está grande y los abruman, otros lo arrastran desacompasado, por un lado les tira o necesita un zurcido, y en casos mas tristes les falta algún trozo o incluso alguna pieza completa. Luego están a los que les sobra el traje y se dejan llevar por la vida, o por la muerte.

Mi caso concreto, como cualquier otro, es cambiante. Hay tiempos donde me hubiese gustado tener varios trajes distintos, es complicado pero puede llegar a ser posible ese ejercicio de malabarismo vital. En otras ocasiones se me queda pequeño o grande y se me hace incómodo. Hay momentos en que te gustaría quitártelo y marcharte desnudo a buscar otro nuevo.Por suerte, y cruzo los dedos, no tiene aún ningún roto importante. De todas formas no me quejo, hacerlo sería darse demasiada importancia y eso, siendo simplemente un organismo pluricelular, no queda bien.

Seguramente la clave para ser feliz sea no darle demasiada importancia a nuestro vestuario y disfrutar del camino.

Bellezas equívocas

Hay mujeres con una belleza engañosa que nos despistan la percepción rápida que estamos acostumbrados a usar a la hora de ubicarlas en nuestra escala de deseos.

En ese primer vistazo, las hay por las que no darías mas de media hora de nuestra vida. Luego, en aquellos casos en que la suerte te las vuelve a cruzar por delante, te vas dando cuenta de que te equivocastes. Le vas descubriendo el atractivo debajo de su capa de tercera fila. Vistazo a vistazo te van gustando y al final te descubres encantado de volverlas a ver.

El caso contrario es aquella que te escandila a primera vista y que sin embargo en cuatro miradas le descubres la fealdad.

Al final se trata de la belleza interior que les fluye hacia la piel.

Hay una prueba interesante para solucionar estos equívocos: la puerta del colegio. Cuando la mujer lleva a sus hijos al colegio no hay lugar para equívocos. Ha pasado por la prueba de ser madre y mientras un niño le tira del brazo (o viceversa) no hay máscara que se resista. Además, nosotros no llevamos la mirada tan ávida como, por ejemplo, por la tarde. Pruebenlo, pero solo si tienen hijos que llevar al colegio y son discretos, sino pueden meterse en problemas y les será complicado explicar que están cazando bellezas equívocas.

15 abril 2009

Progreso

Se idealiza demasiado al progreso, y puede que en cierta manera sea necesario hacerlo, sin embargo tiene ciertas facetas que tocan los cojones.

Jode que el progreso se traduzca en que te vallen y edifiquen los viejos y queridos campos y descampados de tus juegos infantiles. Ahí la cosa no hace gracia, te complican recordarte como niño y al final esas vallas y casas de alguna manera te las plantan en los recuerdos y el alma. Ahí es cuando terminas diciendo ¡mierda de progreso!

Terruño

He llegado a la conclusión de que el pertenecer a una tierra no es nada más circunscribir a un espacio geográfico pequeño nuestras preocupaciones y expectativas.

Al final ese mismo espacio no deja de ser superfluo, a duras penas se puede entrever distorsionado detrás de esa burbuja de sueños y miedos.

El dolor del emigrante puede explicarse por el desasosiego producido por la ruptura de esa burbuja y la incorporación de nuevos miedos y sueños que deben encajar y desplazar a otros mas viejos. El arraigo se produce cuando se van descartando las preocupaciones y expectativas iniciales y se sustituyen por otras aterradas al nuevo lugar. Se va perdiendo el contacto con los que se quedaron y se descarta la vuelta a la vieja tierra. En ese momento la integración es total, hemos creado una nueva burbuja estanca a nuestro alrededor con el único escenario de nuestro entorno inmediato.

El trotamundos es un ser especial a este respecto, pero no tengo claro si se libera de miedos o sueños o es que solo los reduce al contenido de su mochila.

23 mayo 2008

El miedo

El miedo nos va haciendo peores personas. A medida que crecemos nos van creciendo los miedos y estos nos van modelando una forma de ser extraña y forzada.

El miedo es el principal modelador de personas, aunque estuve tentado a pensar que también nuestros sueños, pero los mismos no son sino productos de nuestros viejos miedos y productores de los futuros.

El miedo nos va quitando nuestra esencia mas pura y encomiable, y la va sustituyendo por mezquindad y apatía.

Por eso me resulta terrible y doloroso ver a un niño sufrir el miedo, es una manera de joderle la única tregua que le da el miedo: la infancia.

El paisaje del niño

A uno se le va grabando en el alma su paisaje cuando niño. Crecemos mirando, corriendo y queriendo esas lomas, ramblas, bancales y sierras tan nuestras. Ese relieve de nuestra infancia es una prolongación de nuestros huesos y piel.

En el momento que crecemos ese proceso se estanca para siempre, andamos demasiado ocupados como para mirar y sentir. No crecemos nunca más a través de esa piel de tierra y vegetales, lo que no deja de tener cierta lógica práctica.

Lo triste es ver modificarse ese paisaje con los años. En un sitio vallan un bancal por el que jugamos y buscamos nidos, en un viejo campo de fútbol montan un promoción de viviendas, en la lejanía, en un viejo cerro casi mítico por su extraña silueta y sus solitarios pinos y palos de la luz huérfanos de cables se hacen un chalet... Así poco a poco va cambiando todo.

Seguro que muchos pensaréis que se trata de simples y razonables cambios que va arrancando el progreso. ¡Pero no! Se trata de algo mucho más doloroso: son amputaciones que van reduciéndonos a base de tiempo al triste muñón formado por nuestro cuerpo viejo y extraño. Con la pérdida del paisaje de nuestra infancia se van nuestros huesos, piel y sueños.

El grano rumano

Hoy he compartido una cola con unas chicas rumanas. Como era larga me entretuve en mirar, una cosa que ando extrañando desde hace años. Aparte de que una de ellas que tenía un bebe era muy guapa, me he quedado ensimismado mirándole a otra un grano que tenía en el canalillo de las tetas. El grano me ha llevado al racismo.

Es estúpido tener afinidad o simpatía con alguien por la aleatoria razón de haber nacido con nuestro color, religión o terruño pero sin embargo es mas injustificable no hacerlo por ser el otro lo contrario a nosotros.

El grano de la rumana era tan cercano, tan familiar, tan mío; que al final he descubierto que yo era uno con ese grano, y a través del mismo con la chica. Me puedo matar leyendo filosofía o sociología para intentar comprender lo que ese simple y casi ridículo grano me ha dicho en unos segundos.

Es absurdo el racismo, pero también de subnormales. Era mas sencillo tener afinidad con ese grano que con un imbécil con mala leche o un tipo que no se lavaba en días que andaban en la cola. Poco importaba que fuesen de mi pueblo toda la vida.